Bienvenido al sector de Internet que no sabías que existía.

jueves, 22 de octubre de 2020

Parque Chas

Hay gente que tiene ideas demasiado locas.

Demasiado buenas como para ser reales.

Pero algunas se llevan a cabo. 




lunes, 19 de octubre de 2020

Pérdida de agua

Un día, en el que no había pasado nada interesante... 

"La vecina de abajo llamó ayer..."

 "Uh, ¿qué quiere ahora?"

"No, dice que... Que le cae agua del techo."

"Jodeme... ¿Otra vez? Pero si ya habíamos roto todo hace dos años y se había solucionado..."

"Y, bueno. Qué querés que haga."

Así empezaba un arreglo bastante molesto, aunque aparentemente inofensivo.
Un caño del baño, o, mejor dicho, una unión pobremente confeccionada entre dos caños, finalmente estaba teniendo un efecto negativo sobre el techo de la vecina.

En la mudanza, hace ya tantos años, habían aconsejado dejarlo así porque iba a aguantar 'unos cuantos años más'. Aparentemente, ya habían pasado esos "cuantos años".

"Em... ¿Tenés el número de algún plomero?"

"Sí, tengo un amigo que conoce unos que son de confianza y trabajan bien."

"Bueno, dale, llamalos, que total esto va a haber que arreglarlo algún día."

Los primeros nunca llegaron. El segundo, tampoco. Todos alegaban que "el lunes a tal hora paso", pero todavía no se sabe a qué lunes se refirieron (quizás era un lunes de dentro de 15 años).
Finalmente, al enésimo intento, unos trabajadores de la plomería se dignaron a ir a la casa a ver el problema.

"Mirá, el problema es algo así... Había un caño que s-"

"Dale, empiezo a picar acá el piso"

Y antes de terminar de pensar la respuesta, el piso tenía un martillazo.

Trabajaron. En el transcurso de algunos días, rompieron las baldosas que cubrían el trayecto del caño malo, y lo repararon.

En el lugar donde antes había una ducha, ahora había una pileta de natación. Un pozo ciego lleno de agua con colores dudosos, el inodoro puesto dentro de la bañadera, y entrar a este baño no era muy distinto a caminar por un pantano a zancadas, intentando pisar las zonas que más firmes parecieran.

Las clases virtuales fueron muy divertidas durante este tiempo, al tener una experiencia 5-D de sonido envolvente de mazazos, sierras eléctricas cortando cañería, polvo hasta en las pestañas, y mucha alegría para toda la familia. ¡Gran atracción!

Por suerte, después del fin de semana van a volver, van a poner las baldosas, y ya se va a haber terminado. Una semana sola de molestias, y será solo un mal recuerdo.


Miércoles, 11:30 a.m.

"Listo señor, nosotros volvemos mañana a las 8:30 a.m., por hoy terminamos."

No voy a decir que fue rápido, pero por lo menos terminó. Tardaron un poco más de lo esperado, pero al menos ya se puede usar de nuevo el baño. La ducha la habilitaron recién ayer (solo se podía entrar esquivando las aberturas en el piso que lo conducirían a uno al más allá en caso de pisarlas), y estar bajo el agua era equivalente a realizar una infusión de mugre.

Qué bueno. Al menos el piso está terminado, y el inodoro en su lugar.
En su lugar. Aproximadamente. Un poquito desplazado hacia el costado.
Upa. Bastante.

Ah. Buenísimo. Gracias. No entra el papel higiénico porque la mochila del inodoro está demasiado cerca del soporte. Qué copado. Por suerte no acaban de terminar de hacer todo el piso nuevo.

"Che. No entra el papel."

"Jaja, ¿te imaginás?"

"No, es que, no entra. Pusieron el inodoro muy cerca."

"..."

"..."

Por suerte nadie había tenido que operar a su perro en estos días, y tampoco se le había infectado un punto de la costura de la herida por culpa de la mugre infinita. Eso es tan falso como decir que el papel entraba sin problemas.

Jueves, 12:30 p.m.

"Buen día, disculpe la demora, tuvimos un desperfecto con el auto. Ahora terminamos de poner la pastina que falta y ya -"

"Tomá."

"Disculpe, ¿qué hago con este rollo?"

"Ponelo en el soporte."

...

"Uhh, pero bueno, no se haga problema, se puede mover el soporte o si no, vio, ponga otro que apunte para el otro lado, usted me dice después"

"¿Vos viste donde pusiste el inodoro? Está a medio metro de la pared y antes estaba casi pegado. ¿Trajeron la regla o miden con el ojo?"

"Bueno, no se preocupe, hoy lo movemos y va a ver que le queda perfecto. No se haga problema. Eso sí, me va a tener que comprar más baldosas porque las que teníamos se nos rompieron todas"

"¿Cómo que todas? Tenían de sobra como para poner en toda la casa, Hernán."

"Y, pero bueno, vio, como son de cerámica se rompen fácil, vio, cortamos ahí porque sobraba medio centímetro más o menos y vio que se rajan de nada. Y si no, yo conozco un proveedor que me hace buen precio y tiene materiales de buena calidad. Va a poder cambiar todo el piso por porcelanato que va a ver que le va a gustar. Yo le consigo, hoy mismo hablo con mi socio."

"Acaban de terminar el piso."

"Sí, pero vio, yo le digo por el costo de estas baldosas que tiene ahora, si vamos a romper para mover el inodoro le conviene hacerlo todo de nuevo con otro modelo que yo le traigo"

"Bueno, dale. Porque la verdad que este piso como lo hicieron quedó muy desprolijo. Las juntas parecen unidas con, qué se yo, con nesquik."

"Hoy le hablo a mi socio y después le aviso a usted."

Así se retiró Hernán. Se subió a su auto, y se marchó a los terrenos abandonados de Glew.

[en el celular] "Hola, ¿me escuchás, Sergio? Andate ahora si podés para la casa esa, la de la avenida Yrigoyen, que necesito unos porcelanatos para un baño. Síí, jajaja, no sabés, le pusimos el inodoro en cualquier lado, jajaja, ahora quieren hacer el piso todo de nuevo. Hoy nos vamos al casino, Sergito"

El encuentro con Sergio fue muy rápido. Sergio trajo las herramientas, y Hernán la camioneta. El dueño de la casa había fallecido hace unos meses, y como nadie había visto nunca familiares suyos, Hernán y sus amigos aprovecharon y desmantelaron su casa por completo. Materiales gratis.

Viernes, feriado.

Sábado.

Domingo.

Lunes, feriado.

Martes, 10 a.m.

"Estos tipos no van a venir más... ¿Te habían dicho que el viernes feriado venían, no? ¿Cómo fue que te dijo?"

"Me dijo: 'Perdoname, Damián, pero mañana no vamos a poder ir. Estoy muy complicado.' Así nomás me pone, el jueves a la noche."

"Qué tipos... ¿Y hoy dijeron que venían a las 8, no?"

"Sí, qué sé yo qué van a hacer. Todo el piso a medio hacer y el inodoro en cualquier lado. Ya estoy re podrido de bañarme con vasitos."

riiing

"Uh, dios mío, seguro es el correo o alguien equivocado, ni en pedo son estos tipos"

Ah, pero eran. Se habían quedado secos después de ese fin de semana XXL loco. ¿Podés creer que les pagaron por adelantado? Hay que ser...

"Hola señor, mire acá le traigo los porcelanatos que me pagó, fíjese la buena calidad mire que buen brillo que tienen"

[para sus adentros] Hay uno con el borde roto. Es imposible comprar uno así o que se le haya roto en el camino. Esto parece sacado de algún lugar. Bueno, pero no se van más sino.
[para afuera] "Sí, sí, están buenos. ¿Cuándo terminarían con el piso?"

"Y, yo calculo, mire, estimo más o menos dos días más y ya estamos."

[para sus adentros] Por favor que se vayan de una vez.

Miércoles, 11 p.m.

"NO puede SER que no puedan poner una baldosa derecha!!! Es INCREÍBLE!!! DIOS. ¿Se fueron sin avisarte, encima?"

"Sí... ya te lo dije mil veces. Yo estaba en mi habitación en una reunión y se fueron así nomás. Ya lo reputeé por WhatsApp pero no lee. Encima soy tan boludo que le pagué otra vez por adelantado."

"AH bueno. Vos no das más..."

Jueves, 5:30 a.m.

riiing

[con sobresalto] "¡Ehh! Qué carajo fue eso." [se mueve en la cama buscando la tecla de la luz]

[caminando hacia el portero eléctrico]

riiing

"Ya VOY, carajo! Cinco y media de la mañana un jueves, la rreputa madre."

[atiende]

"¿Hólá?"

"Hola señor, mire soy yo Hernán, sabe que veníamos temprano por acá para hacer otro trabajo pero chocamos el auto en su puerta."

"¿¡Qué!?"

"Mire, yo no lo quiero asustar, pero la puerta está prácticamente abierta."

"¿Hernán, ¿¡vos me estás jodiendo!??"

Efectivamente, no. Ahí estaba el auto de Hernancito. Incrustado en la puerta de la calle.

"Pero mire, yo conozco un carpintero de confianza que le va a arreglar esto muy bien, va a ver."

Digamos que a causa del sueño, y del sobresalto, el carpintero de confianza ya estaba contratado después de esto.

"Bueno, mire, ya que estoy acá, ¿no quiere que pase y le veo lo del baño?"

"Hernán, por favor, por el amor de IESVS INRI, terminá esta obra de una vez."

"Sí, sí, usted quédese tranquilo que va a ver que le va a quedar muy bien."

Jueves, 1:30 p.m.

El baño era tierra de nadie. El piso que habían terminado no existía más, y la unión de este piso con el de mármol negro, parecía arrancada con los dientes.

El mueble de madera estaba completamente rayado, y una de sus uniones con la pared destrozada después de que Hernán, con sus 120 kilos de alegría, se sentara ahí a comer un sanguchito de jamón crudo con 7-Up.

La puerta de vidrio también estaba rota, porque habían tenido que sacarla para... Quién sabe para qué.

En la cena, todos estuvieron completamente mudos. Nada podía salir bien nunca más.
El perro ya se había mejorado, pero la suciedad de la casa tendía a infinito, y por cada arreglo que se hacía, se rompían dos cosas nuevas.

Viernes, 5 p.m. (pero tres meses después)

"Sí, hola, buenos días, quería reservar una habitación para cuatro por una semana, ¿es posible? Ah, que no aceptan tarjetas de crédito. No, no, yo buscaba alguno que aceptara el plan 'pague cuotas hasta que se muera'. Bueno, gracias."

Después de arreglar los pisos, la puerta de la entrada, la puerta de vidrio, la columna, haber pintado las paredes, movido el inodoro, los caños, la mesa de la entrada que un día la serrucharon sin querer, las ventanas que se rompieron el día que se les cayó la maza por accidente, el brazo de Hernán que un día se fracturó porque se le cayó un cacho de mampostería del techo, el techo que se le cayó a Hernán en el brazo, la baldosa del piso que se rompió por el cacho de techo que le cayó, el dedo de Damián que se rompió después de pegarle una piña a una viga de hierro en un ataque de cólera, el celular de Damián que se le cayó del bolsillo cuando le pegó a la mesa, la vereda porque un día se tiró uno de los plomeros por la ventana "para bajar más rápido" cayendo arriba de un auto, el auto del hombre que lo había estacionado ese día en la vereda, el auto de al lado porque ese auto tenía un desperfecto en el tanque y explotó, la fachada de la casa porque la explosión le derritió la pintura, nuevamente las ventanas porque explotaron todas (pero tapadas con bolsas de basura nada más), el macetero del árbol porque se abrió un pozo en la calle por un corrimiento de tierra, la otra mano de Damián porque le pegó una piña más fuerte que la primera a Hernán un día que se lo cruzó por la calle, y el corte de pelo de su hijo, Damián pudo pagar su fianza y recuperar la libertad.

Vendió su casa por el terreno y ahora hay un edificio de 14 pisos ahí. Vive con su familia felizmente en la casa de Glew que le alquila Hernán.

lunes, 17 de agosto de 2020

The Full Year Project finalizado

 Ya pasó un año.

https://docs.google.com/document/d/1PcFSmLDOR_qh4BzK2zzpkDd7T6bLphifVGj7J4EOxRY/edit?usp=drivesdk

viernes, 31 de julio de 2020

Acronia

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Se enciende el televisor.

"...los casos aumentaron en un 29,2% comparados con los de la semana pasada. En las zonas que rondan los años '90 se observó el mayor impacto negativo en la educación, comparado con otros anuarrios. Casi el 90% de los colegios tanto públicos como privados de esas áreas aún no se pusieron en contacto con sus alumnos, siendo los hogares que están en los comienzos de la década o a mediados de los '80 los más afectados por esta situación en el aspecto educativo. Por otro lado, en la Capital, se estima que el 95% de los colegios que están en un anuarrio posterior al 2015 están realizando todas sus actividades de forma virtual, y realizaron evaluaciones correspondientes al fin del primer semestre en hora abstracta. El avance temporal de los suburbios comparado con el de la Capital se ralentizó en un 27,1%, habiendo acumulado ya casi 2 meses adicionales en promedio de cada anuarrio. Siguen en alza las protestas por..."

Se apaga.
El hijo y su madre almorzaban una vez más, a la misma hora local que todos los días.

- Almorzar con las noticias de fondo es un poco aburrido, ¿no te parece? No sé, como que pasan siempre lo mismo, ya está. Poné el programa donde sacan el lingote, a ver si está ahora.
- No, creo que hoy estamos 8 horas adelantados, como lo filman afuera viste... Va a empezar a las... A ver, dejame pensar, si empieza siempre a las 8 de la noche, entonces.. ¡ah! Sí, capaz arranca ahora a las 12 del mediodía.
- Sí, claro, decía porque ayer había empezado más tarde, entonces hoy tocaba ese desfasaje. Fijate en el celu si no, ahí lo tenés más fácil.
- Sí, sí, tenés razón. A veces me cuesta un poco llevar la cuenta todavía.
- Bueno, siendo de cuando el tiempo era lineal, la verdad que debe ser confuso, jajaja
- ¿Me dijiste vieja?
- ¡Nooo...! Igualmente ¿qué es la vejez ahora? Quedó desactualizada esa palabra.
- Y 'desactualizado' también está desactualizado.
- La verdad.

Ya hacía catorce años que se había establecido la independencia horaria absoluta, el 7 de septiembre del 2025, a las 00:00, en la que sería la hora de Greenwich. Éste había sido un plan llevado a cabo en conjunto por las Naciones Unidas que permitía a cualquier sector llevar cuenta de su propio huso horario. No solo países, sino regiones de países, ciudades, barrios, casas, personas, o cualquier entidad que tenga una matrícula en el Registro Mundial Horario, el RMH. Cualquier persona en el mundo tenía permitido enviar una petición para ser admitida a este organismo, y si cumplía con ciertas reglas (como no tener conflictos con otras zonas horarias, entre otras), sería aceptada la nueva región y cargada al Sistema Mundial de Registros Horarios que era el encargado de llevar la cuenta de todas las horas.

Esto se había propuesto después de la primera pandemia del año 2020, tras la cual se reportaron cuantiosos casos de acronia. Un síndrome que fue en algún momento un problema de muchísima gravedad, y tuvo a la continuidad de la humanidad en vilo.

Muchas personas dejaron de percibir el paso del tiempo. Quien padeciera esta condición podría mirar la hora en un reloj una vez, y luego mirarla nuevamente y ver que habían pasado 3 horas, para entonces mirar de nuevo y ver que estaba en la semana pasada. Algunos casos extremos incluso llegaron a retroceder por meses, o más.
Se creyó en primera instancia que esto era un efecto psicológico causado por el aislamiento extremo que muchos países instauraron como medida para paliar el virus, hasta que sucedió el famoso caso de Ana Izquierdo.
La mujer comenzó a sufrir de acronia cerca de su cumpleaños, con una intensidad relativamente fuerte para lo que se conocía. Ella empezó a atrasar lo que parecía una semana cada vez que llegaba al viernes, el día después de su cumpleaños. Vivía sola, y no tenía familia, así que fue solo cuando los vecinos reportaron quejas por olores de putrefacción muy fuertes que las autoridades la retiraron de su casa; un cuerpo que según los exámenes post-mortem tendría una edad de aproximadamente 130 años. La mujer, de acuerdo a su fecha de nacimiento y de defunción, debería haber tenido 73 años. Se concluyó que en realidad estaba avanzando un año entero (menos siete días), y que en verdad estaba teniendo un efecto que excedía a solo estar en su mente.

Después de este suceso, que por haber tenido lugar en el edificio en el que vivía un renombrado periodista tuvo una gran repercusión en los medios, muchas personas manifestaron haber sufrido síntomas similares.
Algunos se perdían clases virtuales, pero lo confundían con deslices (en este mismo año sucedió el boom de esta modalidad virtual, por lo que muchos simplemente lo descartaban como algo accidental), otros tenían sobredosis por tomar un medicamento muchas veces al día pero porque las alarmas sonaban demasiadas veces, otros olvidaban los cumpleaños de sus seres queridos al ver que habían sido hace diez días... En fin, la variedad de síntomas era de lo más amplio. Existían quienes movían su percepción hacia adelante, y quienes lo hacían hacia atrás.
Muy pocos manifestaban síntomas de los dos tipos, permaneciendo en la misma hora del día por lo que en realidad deberían haber sido meses. Generalmente, estos casos terminaban muy mal muy rápidamente, y desgastaban por completo hasta la muerte a quienes lo padecían.

Esta se conoció como la segunda pandemia del año 2020, y muy distinto a la primera, esta vez sí se trataba de una enfermedad o situación que la humanidad jamás había enfrentado, ni siquiera algo remotamente similar.

Dicho sea de paso, nunca se llegó a catalogar la acronia como 'enfermedad', 'síndrome', 'condición', o ningún termino médico. Algunos lo consideran una incumbencia de la física o matemática más que de la medicina.

Por fortuna, por azar, por elección divina, o porque sí, prácticamente ningún líder mundial padeció síntomas relacionados a esa condición. Casi todas las personas están de acuerdo que eso fue lo más parecido a un milagro que la humanidad pudo percibir, ya que gracias a eso fue posible la creación del RMH.
Se cree que los líderes mundiales no se vieron afectados por la acronia al no haber cumplido con el aislamiento extremo, dado su papel de figura pública que los impidió hacerlo.

Lo que se decía a mediados de ese año 2020, "nuestra vida cambió para siempre", era un grano de sal al lado del coloso agujero negro que sería la verdadera 'nueva normalidad' después de la acronia.

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2 de septiembre de 2025, cinco días antes de la instauración del RMH
Interpretación al español del comunicado de la ONU, emitido en simultáneo durante todo el día en todos los países.

"Hola a todo el mundo.
Queremos informarles que a partir de la semana que viene, concretamente el día domingo 7 de septiembre, a las 00:00 del huso horario oficial 0, estará habilitado para toda la población mundial el Sistema del Registro Mundial Horario en el cual cada persona que esté sujeta a las normas podrá solicitar la inscripción de su tiempo al mismo.
Esto es un acontecimiento histórico, posiblemente el más importante en la historia de la humanidad.
Esperamos que sea posible tener nuevamente vuelos, viajes, planificación, y organización.
La raza humana se vio extremadamente afectada, profundamente debilitada desde la aparición de los desplazamientos temporales, pero esto ya lo sabemos. Es mi orgullo anunciar que a partir del domingo esto habrá quedado atrás.
Si bien es imposible, o muy altamente improbable hallar una manera de revertir los desplazamientos, gracias a los impresionantes avances en el Internet Global al brindar ahora a todas las personas del planeta acceso a la red, será posible establecer coordinaciones nuevamente sin necesidad de tener una referencia horaria estática.
Dejaremos como legado una cuenta interna del RMH, que será llamada 'tiempo abstracto', y que equivale a la cuenta lineal que utilizábamos del tiempo antes de todo este desastre. Será contabilizada solo a modo de registro histórico y no debería ser utilizada.
Todos los dispositivos electrónicos estarán automáticamente sincronizados con su tiempo de preferencia, y realizarán todos los cálculos necesarios para comunicarse con otros y coordinar todo tipo de tareas. Agradecemos profundamente a las personas que cooperaron en salvar a la humanidad.
Es una conmoción, y realmente esperamos que volvamos a brillar. Muchas gracias."

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Todo parecía ideal. La felicidad promedio de cada persona aumentó en un 224%, y todo el mundo estaba seguro de que esto era para bien. Si bien había algunas otras pandemias, nada tenía tanto interés en ser solucionado como este tema de los tiempos.

Y fue para bien. Con algunas salvedades.

Todavía no se conocían los efectos secundarios de la acronia. Hoy resulta natural, y hablamos de anuarrios como si fuera lo más normal del mundo, pero esto no siempre fue así.
Algunas zonas, más comúnmente los barrios o pueblos más pobres parecían no tener casos de acronia, pero luego de la inscripción al RMH se detectó que efectivamente sí lo tenían, pero en una forma masiva y manifestado de una manera que no era conocida hasta ese momento.
Los relojes en el sistema parecían modificarse de forma autónoma, moviendo ahora no solo algunas horas o días, sino años completamente. Era como si existiera algún tipo de fuerza que estuviera moviendo el tiempo lineal o prefijado al tiempo que en realidad era.
Este proceso llevó algunos meses (contando en el tiempo abstracto), y fue lo que originó la subdivisión del territorio, ya no por fronteras geográficas, o políticas, sino ahora temporales.

Las zonas más pobres parecían retroceder muchos años, y las de mayor calidad de vida permanecían en el año actual, o atrasaban algunos meses. Particularmente, en la Capital se observaba un promedio de año igual a 2018, siendo que ya el año corriente debería haber sido el 2026. Algunos barrios retrocedieron hasta el 2010, el más bajo llegaba hasta el 2002, y el más alto, a fines del 2024.
Curiosamente, o quizás, por causalidad, el año de cada división horaria se correspondía con la calidad de sus avances. Asimismo, las zonas que menos avanzaban, más lento avanzaban en el tiempo.

Nadie en el mundo tenía un huso horario que se correspondiera con la hora abstracta que debería ser. Absolutamente todos estaban por detrás.
Algunas tribus que fueron registradas por exploradores estaban en años que correspondían a antes de Cristo.

Para algún lector que haya vivido estos tiempos, lo que hoy en día se denomina 'zonas en pasado', por esas épocas se llamaría 'zonas más pobres', o 'áreas más carenciadas'. La relación entre tiempo y estatus era uno a uno.

Pero la gente resurgió. La producción volvió a funcionar, y la humanidad a recuperarse.

El año promedio en todos los tiempos registrados en el RMH era, curiosamente, mediados del 2020.

viernes, 26 de junio de 2020

Languidece so disección

Los siguientes diálogos (limpiados) se dieron.

--- 26 de junio de 2020, Buenos Aires + Mar del Plata, Argentina, vía WhatsApp ---

P- Lodo sombrío, ¿dónde?

G- Lo sabías, dale...

P- Lol, sos dormilón

G- ¿Los siete días?

P- Lo siento, deniego.

G- Listo, sigo durmiendo.

S- Larva, salí deacá.

G- Lamentable su dicción...

S- Lo siento, duro.

G- Los sonidos de la selva dicen: loros, serpientes, ¿dinosaurios? La sempiterna diversidad.

G- [foto de examen] Lo sabe decir.

S- ¿Lo supiste dar? Lo simple de la solución desconcierta.

P- Lo dio sub-par.

S- ...

G- ...

S- Lamentablemente su demostración languidece so disección... lo subestima directamente. Lo siento, deberá localizar sus deficiencias.

G- Lo sabio de la sublime dada lección, Schaffi, demuestra la situación desde la separación de los seres. Dichos lúcidos seres de luz se dejan lastimar, sin dejar la simple dirección legal (su domicilio). ¡Locura!, se dice. Luego, se desencadenan los sollozos.
Directamente lograron su deber: liquidar santos débiles. ¿Lo siguiente? Difícil. Limitadas salidas, donde lo simple desaparece. Lentamente seguimos dejando la sangre derramarse.

--- luego, se dinamitó ---

P.D.: Cuarentena, día 103. Acontecido luego de que "P" compartiera los resultados parciales de una encuesta realizada para propósitos educativos sobre el Lysergsäure-Diethylamid.

domingo, 17 de mayo de 2020

El barrio secreto de Buenos Aires

Esta historia parece increíble, parece narrar algo imposible o que no tiene sentido. Pero sin embargo, aquí está narrándolo.
Debo a la conjunción de mi mal sentido de la orientación y de mi curiosidad el descubrimiento del barrio Nueva Caledonia. Habiendo habitado esta ciudad por tantos años, y habiendo leído tantos libros sobre sus curiosidades, es aún al día de hoy que no logro comprender cómo este lugar no es conocido por nadie. Ningún programa de televisión, documental, libro o informe hay que hable de su existencia. Mi abuelo, conocedor de la ciudad de punta a punta, jamás había escuchado hablar de este lugar, y mucho menos lo había visitado él mismo. Tampoco lo conocía ningún taxista, ningún repartidor de pedidos, y nadie conocía ni siquiera a alguna persona que tuviera un amigo o pariente viviendo ahí.

Sucedió así. Un día, en vacaciones de verano, me apeteció salir a dar una vuelta porque no tenía nada más que hacer, y además, porque finalmente dejaba de hacer tanto calor. En Buenos Aires, los días de verano en los que se puede respirar y el aire no se asemeja a una masa babosa flotante son un lujo y hay que aprovecharlos. Y así lo hice.
Simplemente empecé a caminar sin ningún rumbo, por varias horas. Me gustaba mucho ver cómo cambiaba el paisaje de la ciudad a medida que cambiaba de barrios, y a veces me sorprendía de lo diferente que lucían las intersecciones de las calles a pocas cuadras, o a veces a sólo unos metros de distancia. El bullicio de la avenida Rivadavia desaparecía por completo sólo a una cuadra cuando llegábamos a Yerbal, y de la misma manera se podía pasar de la desolación completa a una multitud inquieta con tan sólo caminar por la única cuadra de extensión de la calle Florencio Balcarce.
Ya no supe cuánto tiempo hacía que estaba caminando, pero al mirar el reloj pude confirmar que hacía ya tres horas que me encontraba vagando sin rumbo, y decidí que era hora de emprender la vuelta.

No conocía bien la zona en la que me había metido; más o menos recordaba el camino que había hecho para llegar hasta ahí, pero hubo un momento en el que me perdí casi por completo y decidí dejarme llevar por las arterias de mi ciudad, y consultar con mi celular en el caso de que no tuviera ni la más mínima idea de dónde me encontraba.

A veces me gustaba intentar volver para el lado que más me sugiriera mi intuición, si bien no conocía para nada ese barrio. Había caminado realmente mucho, y quizás podría estar por la zona de Villa Urquiza, o Parque Chas. No era Parque Chas porque ese barrio es muy fácil de identificar: es el más hermoso de toda la ciudad.
Pero estaba cerca de esa zona, yo estimaba. Quizás un poco más hacia el oeste, y quizás estaba más cerca de Versalles que lo que yo creía. A decir verdad, no tenía más que una muy vaga intuición de mi posición. No había ninguna avenida para consultar; estaba bien metido en un barrio, alejado de toda zona de comercios o de tránsito. No pasaban colectivos, autos, ni caminaba nadie. En ese momento me llamó mucho la atención lo poco que conocía a mi propia ciudad. "Buenos Aires es inmensa... A veces creo que la conozco bien, y sólo tengo que caminar un rato para darme cuenta de que existen lugares a los que nunca había ido, jamás."
Las calles no tenían nombres, o mejor dicho, no estaban indicados con carteles. Se trataba de esas zonas en las que la gente no los necesita, porque conoce cada esquina de memoria, y que no merecía el suficiente tránsito foráneo como para que el Gobierno de la Ciudad invirtiera en su cartelería.

Me llamó poderosamente la atención la extensión de ese barrio. Había caminado ya un buen rato y no me había cruzado con ninguna avenida; todas eran calles o pasajes anónimos. (Para mí, anónimos. Algún nombre habían de tener). Sólo unas pocas tenían algún viejo cartel oxidado indicando el nombre: "Pasaje la Tertulia", "De las Indicaciones", "Narciso Ibáñez Menta". Eran todos nombres que nunca en mi vida había oído. "¿Así que hay una calle que se llama 'Aceituna'? Esto es de lo más increíble".
Y en ese momento fue cuando vi una cosa.
Era... Extraño de describir.
Había un pasaje que, vaya uno a saber por qué, me llamó mucho más la atención que todos los otros. Era una callecita angosta sin salida, sin nombre, sin autos estacionados y sin nada. Ya hacía rato que no me cruzaba ni un alma, nadie en absoluto en ese barrio, pero entrar en este pasajecito daba la impresión de que incluso hubiera menos gente.
Sin darme cuenta ya estaba caminando por esa calle. Me encantaría referirme a ella por su nombre, pero no lo sé. No había ningún cartel, y en el momento estaba tan cautivado por el lugar que no se me ocurrió fijarme en el celular. A estas alturas ya es imposible saberlo. Mi recorrido de ese día fue eliminado por accidente por Google pocos días después de mi aventura.

Así que, estaba maravillado por esa calle. Era pequeña, cálida, acogedora, y muy misteriosa. Pero eso no fue nada.
Mirando mejor, pude divisar al final de la misma una pequeña puerta. No estaba en el paredón que era el final del pasaje, sino en una de las caras laterales.
Se trataba de una puerta de rejas muy bajita, y que no tenía ningún candado o pestillo. Sólo tenía una manija y, antes de querer hacerlo, ya la había abierto y estaba del otro lado.

La puerta separaba el pasaje por el que venía de un pasillo aún más angosto. No parecía una residencia privada. Estaba al aire libre. Era un pasillo con baldosas cuadradas pequeñas, y muy largo.
Tengo que decir que en ese momento pensé en el Cementerio de la Recoleta. El piso de ahí era prácticamente idéntico al de este pasillo: tenía las mismas baldosas y de un color casi igual, y los espacios entre los mausoleos del cementerio que formaban estrechos corredores solitarios se parecían muchísimo a este recóndito lugar.
Y lo que vi después, se parecía incluso más.

El pasillo era lo que parecía ser la arteria principal del barrio Nueva Caledonia (cuyo nombre pude conocer gracias a una chapa extremadamente anciana, oxidada, y abandonada que estaba colocada en una pared). Después de caminar casi una cuadra por esta, ¿calle?, llegué a donde comenzaban las otras.
El corredor angosto tenía el nombre de "Avenida Principal", y de forma perpendicular a él salían las otras calles del mismo ancho que llevaban un número por su nombre.
No me pregunten hasta cuál número llega, porque tuve que irme de ahí antes de que se hiciera de noche, y sólo llegué hasta la calle veintisiete.

El barrio Nueva Caledonia estaba deshabitado. No había nadie que viviera ahí, y daba la impresión de que estaba así hace mucho, mucho tiempo. Las calles numeradas eran algunas muy angostas, y sólo se podía caminar por ellas con cuidado porque a veces no había espacio para pisar con los dos pies a la vez. Algunas otras eran un poco más anchas y se podía caminar bien, si bien no pasé por ninguna en la que no pudiera tocar las casas de cada lado de la calle con los dos brazos a la vez. Mejor dicho, la parte de atrás de las casas de un lado. Déjenme explicar.
En cada una de estas calles numeradas había dos lados: las puertas, que consistía en muchísimas casitas pequeñas y antiquísimas con sus puertas, timbres, y ventanas sucias, puestas una al lado de la otra, y "del lado de enfrente", estaban las partes traseras de las casas de la calle siguiente. Era como si hubieran puesto muchas casas en fila, y hubieran puesto muchas de estas filas una al lado de la otra, dejando un espacio de un metro o menos entre cada hilera.
Cada unos veinte metros, caminando desde la Avenida Principal, en la dirección de alguna de las calles perpendiculares, aparecía otro corredor, que yo llamé mentalmente "Avenida Secundaria", "Avenida Terciaria", y "Avenida Cuaternaria". En total sólo estaban estas tres adicionales en esa dirección. En el lugar en donde debería estar la cuarta, terminaba cada calle en una pared mohosa.

No sé cuántas casas había en total en el barrio. Pude contar al menos diez por cada "cuadra" de veinte metros, así que en total en las cuatro cuadras de cada calle numerada habría cerca de cuarenta. Esto daba un número muy grande de viviendas minúsculas en total contando las muchísimas calles numeradas que había. Como dije, llegué hasta la 27, pero había al menos otro tanto.

Las casas eran muy angostas, no más de dos metros de ancho, todas de sólo planta baja, y se podía ver que eran de una construcción muy rudimentaria y extremadamente antigua. Yo estimé la edad de algunas en más de doscientos años. Quizás tenían más de trescientos. No tenía idea que hubiera material edilicio tan antiguo en mi ciudad.

Creo que es innecesario aclarar que en ningún momento me crucé con nadie, por supuesto, y todas las casas y veredas que vi estaban cien por ciento abandonadas hace muchísimos años. No había alumbrado público, no había ningún cartel, y tampoco había basura o algún papel en el suelo o nada que diera un indicio de que en algún momento alguna persona hubiera estado ahí. El objeto más moderno que ví debe haber sido un timbre eléctrico muy básico que ya no funcionaba.

Cuando el cielo se empezó a poner oscuro, decidí dejar el lugar y a la vuelta preguntarle a mis conocidos al respecto. Esperaba obtener alguna respuesta del estilo "sí, Nueva Caledonia era un club muy antiguo que tenía viviendas internas pero...", o "sí, conozco el lugar, antes estaba habitado pero se cerró hace cien años"... Pero en lugar de eso, como ya conté, nadie, absolutamente nadie, tenía el más mínimo conocimiento de este lugar.

Quise volver muchas veces, pero nunca pude localizar el lugar. Cuando estaba volviendo, en un momento aparecí en Liniers y me di cuenta de que había estado con la mente en blanco durante todo el trayecto desde el barrio en el que estaba hasta esa estación. Me sentí frustrado, porque no podía recordar para nada las calles por las que acababa de venir. Al fijarme en el mapa más tarde, ya en casa, pude ver que la recepción era muy mala en la zona por la que había estado, así que el recorrido era sólo una aproximación y a veces pegaba saltos muy grandes que no tenían sentido (por ejemplo, me indicaba como que había caminado en línea recta siguiendo una diagonal que no existía, atravesando varias manzanas...) Reporté el error a Google, pensando que podría ayudarlos a mejorar de alguna manera, pero en lugar de esto ellos decidieron eliminar por completo este registro de mi cuenta y jamás lo pude recuperar.
Sé que está cerca de la zona por la que yo intuía, a grandes rasgos (Parque Chas y Liniers están a una gran distancia el uno del otro, pero todas las zonas que mencioné se encuentran en la zona, digamos, "oeste" de la Ciudad de Buenos Aires). Es una aproximación muy burda, lo sé, y casi que no sirve de nada, pero es lo mejor que pude conseguir con los datos que tengo.

No sé si se trata de un predio privado que fue semi público y quedó en abandono, o si se trata de un asentamiento improvisado que data de los orígenes de Buenos Aires y que nunca llegó a quedar registrado en ningún lado, o qué demonios será.

Si algún lector sabe o puede conseguir algo de información respecto del barrio Nueva Caledonia, lo apreciaré mucho.

domingo, 10 de mayo de 2020

Cómo regalarle un kilo de helado a tu vecino desconocido

Hay que comenzar utilizando una aplicación de pedidos defectuosa. En épocas de aislamiento, el delivery es una alternativa muy elegida por muchos. Antes solíamos llamar por teléfono directamente a los negocios de los cuales queríamos adquirir un bien, pero hoy en día optamos por utilizar una aplicación móvil como intermediario (séase Pedidos Ya, Glovo, Rappi, y el ahora infame Uber Eats las más frecuentemente utilizadas).
Entonces.
Es una buena idea utilizar una aplicación que vincula tus datos con los que ya tiene en su base de datos: por ejemplo, la vez que pediste un transporte por Uber, quién sabe por qué razón, hace ya mucho tiempo.
La aplicación utilizó la geolocalización para obtener una dirección aproximada de tu casa y enviarte un auto. Y, al parecer, se quedó con ese dato para siempre. Le habrá parecido un lindo barrio, o pensó que le iba a servir para sorprenderte en el futuro.
Y bien que lo hizo.

Hoy toca pedir un kilo de helado. Por azar, toca elegir Uber Eats. No por azar, Uber Eats ya tiene tu dirección. Sí por azar, la dirección es incorrecta.
Sigue elegir los gustos: kinotos al whisky, sambayón, y chocolate con pasas son una buena opción (a menos que tu paladar aún no sea óptimo. Lo lamento de verdad si el lector forma parte de este grupo).
Paso próximo, confirmar el pedido. ¡Es de verdad una aplicación muy simple de usar!
Paso final, buscar el pedido, cuando llegue...

...en cualquier momento...

Ya casi debe estar.

Ahora viene el paso de la duda. ¿Por qué pasó una hora y media y no llegó el pedido que pediste en la heladería que está a 10 cuadras? Gateando tardaría menos.

A éste lo sigue el paso de la sorpresa: en la aplicación dice que el pedido ha sido entregado.

Evidentemente, ahora es el turno de la molestia: no hay ningún kilo de helado en mi casa y ya se está haciendo tarde.

Sugerimos llamar a la heladería y preguntar si ya despacharon un kilo a nombre tuyo. Te van a decir: "sí, salió hace hora y media. Ya te debería estar por llegar".
Pero ellos no lo saben.

Paso opcional, muy recomendado: reportá el error a la aplicación (si bien fue tu culpa no haber visto que la dirección estaba mal, aún no lo sabías). Te van a devolver el 100% del monto de la compra sin cuestionarte.
La primera vez.

Vas a estar un poco molesto a estas alturas, y un poco humillado, sin saber aún que le mandaste exitosamente un kilo de helado a la casa que está al lado de la tuya. Probablemente una familia esté muy agradecida por esta ocurrencia fortuita.
Si no son gente de bien, se van a quejar de que los gustos son feos. ¿Cómo puede ser feo cualquier gusto de helado gratis? Además, cuando esos gustos gratis son objetivamente una exquisitez, pero esa discusión (esa discusión perenne) es para otro momento.
Después de todo, no gastaron plata y vos tampoco.

...

Pero esto no queda así.
Tu generosidad es vasta, pero también lo es tu gula. El chocolate de ese lugar es buenísimo.

Round 2.

Hacés otro pedido.
Y ahí lo ves. La dirección completada automáticamente por la aplicación.
Ah.
Maldito Uber Eats. "Pinche de suerte". Yo no vivo en esa dirección. Esa es la casa del tarado que vive al lado y le grita todas las noches a la madre a las 2 de la mañana. Ah, dios mío. Le mandé un helado gratis.
Bueno.
No importa. Pedís otro.
Y como sos precavido y muy astuto (o eso creías), le vas a mandar un mensaje al repartidor cerciorándote de que la dirección que recibe ahora esté bien (si bien la modificaste por la acertada, igual haces un doble chequeo.) Así no sale nada mal. Nada. No querés más sorpresas. Eso es ser realmente cuidadoso. Seguro va a salir todo bien.

Por tu mente va a pasar la situación hipotética en la que le envías por error un segundo kilo a tu vecino pesado: "Jaj, eso sería realmente hilarante.". Pero, ¿sabés qué? Hay algo que lo sería aún más.

Este es un repartidor amable, porque contesta con un "dale" a tu modesta aclaración. Él está haciendo su trabajo, y tiene en su poder tu kilo de helado.

En el mapa, el delivery aún se muestra en una ubicación algo lejos de tu casa, así que mientras tanto vas a seguir preparando la palta. Podés pensar: "tengo que cortar algunas cebollas también, tengo tiempo.".
Pero bueno, ya pasaron quince minutos, debería andar más cerca.
Y después de veinticinco, ya tiene que estar por llegar.
...
!!!
Vas a ver la notificación: "Pedido cancelado".
Te vas a sorprender, y te vas a enojar bastante más que la primera vez.
Algunos optan por golpear una mesa; otros se descargan con una carcajada nerviosa; otros, los fuertes de verdad, solo espetan casi sin mostrar ninguna emoción: "Se ve que hoy no puedo comer helado.".
Vas a ver la justificación en la app: "el delivery esperó más de diez minutos y no se pudo contactar con usted".
El paso siguiente es obligatorio: la reflexión. Pensá por qué te tratan de repente de "usted", si bien todos los mensajes anteriores te tuteaban. Es una pequeña dosis de formalidad para que no parezca que te están boludeando, pero tiene un efecto adverso.

Ahora, pensá bien lo que acaba de pasar, más en detalle: hubo un tipo con un kilo de helado, que vos podías simplemente ir y agarrar, en la puerta de tu casa (con los correspondientes buenos modales, claro está) mientras vos estabas a pocos metros, sólo a unas paredes o pisos de distancia, cortando una cebolla, y no te enteraste que estaba ahí porque nunca, jamás te avisó nadie.

El mapa con su localización no se actualizó.
El buenhombre no te escribió por el chat, y, mucho menos, no utilizó el increíblemente arcaico pero avanzado sistema de "timbre" que algunas viviendas aún tienen en funcionamiento. Por ejemplo, tu casa.

Pobre de él. No se pudo poner en contacto con 'usted', y eso que estaba en la puerta de 'su' casa.
El timbre.
Preguntate lo siguiente: ¿no podía tocar el timbre?
No.
Los millennials no tocan el timbre. Eso quedó viejo.
Ahora se usa la telepatía. Cuando hay alguien afuera de tu casa con un helado lo tenés que saber.

Así es.

Este proceso se puede repetir indefinidamente, pero hay una cosa que te lo va a impedir: cuando un pedido es cancelado por el empleado que lo iba a entregar, automáticamente se inhabilita cualquier tipo de reembolso...
Así que el dinero que te haya costado este helado, se perdió para siempre.
De la misma forma, tu voluntad se perdió por esta vez.
Y ese kilo rico, va a hacer feliz a alguien. Probablemente, al repartidor que hoy tiene postre.
Como tu vecino, que ya está gritando que no le gusta el sambayón.

Mientras vos comés de postre unas uvas.

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Basado en una historia real

miércoles, 6 de mayo de 2020

1000 horas, y 10 días. Ah, y 3 horas

Había pasado un ratito desde la última vez que había pisado el extranjero. El extranjero de mi casa. No había salido de los metros cuadrados de la ciudad en los que habitaba por 1240 horas, aproximadamente.
Era la hora de la cena.
Ya había lunecido.
Y faltaba comprar pan; más precisamente, pan árabe.
¿Quién compró todo este tiempo? Bueno, otras personas que residen conmigo. ¿Y esta vez? Bueno, una cocinaba, otra estaba entrenando, y... entre las opciones restantes, fui seleccionado, por primera vez.
Antes de salir, computé el tiempo transcurrido desde mi última salida: 15 de marzo a las 22 horas, y pude ver que se trataba de 1243 horas. El número era copado, de cierta forma, así que estuve conforme y eso fue un primer paso para salir. (Quién querría salir a las, no sé, 1239 horas, ¿no? Es un número horrible. Sin embargo, 1243 es un número piola. En ese año se fundó Brno, por ejemplo. Y además, son 10 días pasadas las 1000 horas. Bueno, y un poquito más, pero ni siquiera sé si el 15 de marzo llegué a casa a las 22 o a las 19. Así que es un error aceptable.)

Así que busqué... las... ¿zapatillas? Uf, ya ni me acordaba cómo salir a la calle. Creo que... me tenía que poner calzado, y podría sacarme la ropa de entrecasa por primera vez en casi dos meses. Meh, mejor me pongo otra de entrecasa para seguir con esa racha.

Agarré las llaves, que tenía a mano porque allí las dejé el último día que salí (lavadas y todo), el celular para pagar mediante Mercado Pago (¡el supermercado chino acepta ese medio!), y ya estaba listo para salir.

¡No! El barbijo. Faltaba eso. Yo tenía el mío por ahí, así que lo tomé y ahora sí estaba con todo para salir al espacio exterior.

- ¿Estás listo?
- Sí. Puedo hacerlo.
- Mucha suerte.

Con todo listo, crucé el umbral.
Y ya me encontraba afuera. Había imaginado que el exterior sería un poco más silencioso, más inhóspito. Pero al salir de la escotilla, otro ser con barbijo y perro estaba justo ahí. No nos miramos, y simplemente di los pasos que hicieron falta.
Miré hacia la izquierda, y pude ver ambulancias, así como un... ¿colectivo? pasando a lo lejos.
"Colectivo... Esas cosas eran como una habitación grande pero que no estaba quieta, sino que se movía y te podía llevar a cualquier lado. Incluso algunos desaparecían en plena vista. Ya me había olvidado de esos, mirá vos."
Crucé el antiguo perfluye que separaba mi fracción ciudadana de la de enfrente, y ya estaba a una línea recta del chino.
"Qué loco... Todos estos edificios, todas estas criaturas, la noche... Esto existe mientras yo no lo veo. O eso parece, digo, sigue acá aunque yo ya me había olvidado."
Ver las veredas (es como el pasto pero más duro), ver *EL CIELO* (es como el techo de mi casa, pero celeste y muy alto), y caminar por más de 2 metros seguidos... Se sintió raro.
La sensación se parece a la de volver a un lugar muy lejano después de no visitarlo por mucho tiempo, y notar las cosas que cambiaron y las que no, mezclado con la sensación de haber estado, quizás, en un coma, o algo así. Porque el lugar lejano estaba literalmente afuera de mi casa. Y yo vivo ahí.
(Nunca estuve en un coma pero supongo que debe ser un poco similar (módulo otras afecciones).)

En los, aproximadamente, cien metros que me tocó transitar, quizás flotando en el espacio, quizás caminando, no me crucé con nadie, pero vi a unos seres conversando del otro lado. Todos con su barbijo, tapabocas, cubrerrostro, vestimenta facial: la prenda de moda.

Y llegué al nuevo país. Estaba en el Chino.
La cajera de siempre, con su disfraz de faz, y una pared transparente de papel film que separaba su cachito de su cachiton't. Los seres, formando una hilera, espaciados regularmente según indicaban unas cintas pegadas en el piso. Guido, haciendo sinapsis, buscando el pan árabe.

"Es extraño. La última vez que salí, la gente se daba la mano y se tocaba. Ahora todos están a un metro de distancia y rechazan las miradas, como si se pudieran contagiar de algo mediante los rayos de luz..."

Un colectivo pasó por lo que llamaban "calle", y se vio desde la puerta del chino. No solían pasar por ahí. De hecho, no lo hacían nunca a menos que la ruta habitual estuviera cortada por obras o algo así.
"¿Qué obras pueden estar sucediendo ahora? Obras de teatro seguro que no, al menos no con público. Obras sanitarias o de reparación, no creo. Además, ya es de noche. ¿Será...? No sé."
No tengo idea. Bueno, mi turno de pagarle. La cajera tomó el producto que yo deposité por debajo de su artefacto separador, en la abertura especialmente diseñada para ello, y me dijo "85 pesos". No tengo idea si eso es caro, si es barato, o si los conceptos de caro y barato se diluyeron de la misma forma que el concepto de los días lo hizo. Podría pensar que es un dólar y pico, o que es menos de un dólar, según qué cotización tome en cuenta. De las miles que hay. Podría pensar que nada es caro si lo puedo pagar. O podría pensar que el chino maldito me está estafando, ¿cómo va a salir 85 pesos un pan? En fin. No es pan cualquiera. Es pan árabe. Pan uqbarniano, en una de esas.

Ya era hora de dejar este nuevo continente. Tomé mi producto comprado, mi pancito, y me fui.
"Había muchas personas en el súper... ¿No había una orden de aislamiento? Por eso es que estuve tanto tiempo en casa. ¿O no estuve tanto tiempo en casa, sino que me olvidé todo y yo creo que no salí hace mucho pero sí lo hice, ayer? Lo dudo... Pero es una posibilidad, andá a saber."

Y ya estaba en la ruta de regreso.
Deshice mi camino para llegar al punto desde el cual había partido, pero me topé con la cosa más singular:
Una criatura (de esas que habitan en el perfluye y sus fracciones adyacentes, y van a comprar al chino y charlan en la puerta de los edificio) tenía una máscara que cubría toda su cara, símil a las que usaba la gente cuando antes se hacían cosas, y soldaban, por ejemplo. Pero esta era más barata, parecía hecha con un pedazo de una botella de gaseosa o algo así.
Cruzaba, de un lado al otro, y se metía entre los autos. No sé qué agarraba, porque parecía que algo agarraba de los tachos de basura (¿basura?) o de los cordones.
En un momento, decidí cruzar para llegar al lado de mi casa, y la señora salió de quién sabe dónde. Creo que estaba abajo de una baldosa.
Me mira, piensa un rato, y espeta:
"Perdón."
Y sale corriendo. Desapareció acto seguido. No pude evitar pensar, "debe ser pariente de ella". La del piano, esa.

Así que, no salgo por dos meses, y cambia casi por completo la forma de actuar de la sociedad en la que estoy inmerso. Sí, "sociedad" es una palabra. Cambia el recorrido de una línea de colectivo (existen todavía!!), cambian los horarios de todo el mundo, cambia mi percepción de salir a la calle al punto que pareció casi una aventura (duró no más de 5 minutos), y cambio caaambio dólar euro real, caaasa de cambio. Cambia la moda también. Bastante.

Y bueno.
Entré a casa.
Tenía el pan.
Y un barbijo puesto (contra mis expectativas, no me molestó en lo más mínimo tenerlo puesto, y hasta me agradó).

Ya me estaba olvidando cómo era el exterior. Cuando dejé todo y me vine a mi habitación de nuevo pensé que me lo había imaginado todo. No sentía haber estado afuera.
Y mientras escribo esto, mis vecinos aplauden. ¿Cómo saben que estoy escribiendo? Son muy gentiles en reconocerme de esta manera. Muchas gracias, seres de moradas colindantes.

Así que sí, llevaba 1 segundo sin salir de casa. ¡Hurra!

viernes, 1 de mayo de 2020

Cuento de una página

Porque en una página entra bastante. No tenía muy en claro de dónde acababa de salir, porque recién amanecía. Es como todas las cosas que comienzan: antes de empezar no existen y no existir significa el vacío. ¿El corte de carne? No, más bien, la idea de cortar para algo que nunca se cortó. No existe el concepto, no está la idea. Pero bueno, medio raro todo eso. Ahora cuando termine la merienda voy a prender la máquina. La alarma recién me dijo que había terminado de generarlo. Todavía no sé si darle forma física, o si dejarlo en su estado conceptual. Bueno, vamos a sacarlo. Ya está oscureciendo por acá. Donde dice instrucciones: escribir un cuento de una página.

lunes, 20 de abril de 2020

Aproximar una raíz cuadrada rápidamente (menores a 10000)


Aclaración: voy a hablar sobre cómo estimar los decimales después de la coma, no de cómo estimar la parte entera.
Sí, es bastante útil saber los cuadrados del 0 al 100 de memoria. :p

Pasos:
  1. Hallar el entero más cercano que al elevarlo al cuadrado de algo menor a nuestro número. Le vamos a decir A.
    1. Ejemplo: ¿raíz de 1000? 32² es 1024 y me paso, 31² es 961, por lo que la rta. es 31.
    2. Ejemplo 2: ¿raíz de 1427? 38² es 1444 y me excedo, 37² es 1369, por lo tanto la rta. es 37.
  2. Restar el cuadrado de A del número al que querés radicar; le vamos a decir D (por 'diferencia').
    1. Ejemplo: en el caso de 1000, le debo restar 31² = 961 para obtener 39.
    2. Ejemplo 2: en el caso de 1427, le debo restar 37² = 1369 para obtener 58.
  3. Multiplicar A por 2.
  4. Calcular aproximadamente, redondeando fuerte, D / (2A). Lo vamos a llamar M (por 'mantisa').
  5. Sumar A + M para obtener el resultado final.
Algunos ejemplos:
¿Raíz cuadrada de 6666? Esto está cerca de 6400=80², así que A va a estar cerca de 80.
81² es 6561, 82² es 6724; me pasé, así que A = 81.
La diferencia D es 6666-6561 = 105.
La mantisa M es 105/162, aproximadamente 10/16 que es 5/8 = 0.625
Por lo que estimamos raíz de 6666 como 81.625. El resultado exacto es 81.6455...
Nota: 105/162 es exactamente 0.6481..., así que eso nos daría un resultado final casi exacto. Cuanto menos redondeo, mejor.

¿Raíz cuadrada de 9432? Sé que 97² es 9409 y 98² es 9604, así que A = 97.
La diferencia entre 9432 y 9409 es D = 23.
La mantisa M es 23/194, lo que es casi 25/200 = 1/8 = 0.125.
Así que estimamos que la raíz de 9432 es 97.125. El resultado exacto es 97.118484...

Bonus: también podemos calcular A como el primer entero que supera al número en cuestión; la única diferencia es que M quedará negativo:

¿Raíz cuadrada de 2020? Me acuerdo que 45² es 2025; se pasa, pero vamos a usarlo.
La diferencia D es 2020-2025 = -5 (¡negativo!).
La mantisa M será -5/90 = -1/18 = (-1/2) * (1/9) = la mitad de -0.1111... = -0.05555...
Por lo que estimamos que la respuesta será 44.94444... La respuesta exacta es 44.9444101 (!!!!!)

Podemos ver que esto funciona de maravilla cuando calculamos bien la mantisa, y cuando el resultado está cerca de un entero.

A continuación una breve explicación de su funcionamiento:

Queremos hallar la raíz cuadrada de un número N. Podemos estimar la parte entera con mucha facilidad, pero nos queda una parte fraccionaria. Entonces decimos:

√N = A + M

Siendo A la parte entera y M la parte fraccionaria.
Elevando ambos miembros al cuadrado hallamos que:

N = (A+M)² = A²+M²+2AM

No, no son las 2am ahora mismo.
En definitiva, vemos que el número N se puede descomponer como A²+M²+2AM.
Conocemos A², así que le vamos a restar eso a N para obtener:

N-A² = A²+M²+2AM-A² = M²+2AM

Y como estimamos que A será mucho mayor a M, podemos decir que estas dos expresiones son aproximadamente iguales:

M²+2AM ≈ 2AM

Entonces, concluimos aquí que:

N-A² = 2AM

Recordemos que N-A² es lo que antes hacíamos calculando, por ejemplo, 2020-1936 y llamábamos D (la diferencia entre el valor que tenemos y el cuadrado de nuestra estimación entera).
Despejamos la nueva mantisa M de allí y obtenemos:

M = D/(2A)

Finalmente, uniendo esta serie de deducciones estimamos:

√N ≈ A + (D / 2A)

Sólo quedará calcular bien D/(2A); cuanto menor la aproximación, menor el resultado, pero claro está que el resultado final también depende de cuán pequeño sea el valor exacto real de M (porque lo estamos reemplazando por 0 en un paso, para simplificar las cuentas).

Vemos que estas dos funciones son muy parecidas en el entorno de la raíz (en este caso, 10, ya que 10² = 100).
No hay más magia que esto, es una forma rara de hallar una aproximación lineal a la función cuadrática en ese punto, pero mecanizando un poco el método para que sea más fácil de hacer, por ejemplo, mentalmente.

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Sí, las maravillas de la cuarentena. No salgo hace casi 858 horas de casa.

viernes, 17 de abril de 2020

Desde arriba

Situación... Cotidiana, sí, ya cotidiana. Veo el punto rojo en el cielo nocturno, y no hablo de Marte. No es una estrella.
Es un observador.
Siempre vengo, a la noche, y salgo al patio a hacerle compañía. Sé que me ves, y sé que me ves verte.
Es difícil describirlo. Es similar a las 'luces' de colores que se ven después de mirar fijo una luz, o después de tener un golpe fuerte, pero muy, muy tenue, y en un punto fijo en el cielo.
No se trata de un punto infinitamente pequeño como las estrellas que vemos, sino de un círculo un poco más grande, mucho más apagado, casi como si el cielo hubiera activado un botón de "grabando".
Transmite una maldad, una perversidad tan, tan profunda, que no existe ninguna palabra para describirla. No hay forma de comunicar los niveles de violencia, enojo, y odio que este punto conserva, concentrado mientras nos mira.

Primero pensé que era yo. Que tenía algún tipo de problema en la vista, y que veía cosas raras en el cielo oscuro. Pero al verlo allí todas las noches, por días y días, comencé a suponer que se trataba de algún tipo de artefacto espacial, ya sea humano o no humano.
Hasta que ese día, confirmé que era él.

Habíamos invitado a algunos amigos a cenar con la excusa de conocer al bebé; había nacido hace pocas semanas.
No solíamos traer mucha gente a casa, preferíamos pasarla por nuestra cuenta.
Preparamos una mesa en el patio; el clima estaba agradable esa noche y no había ni una sola nube en el cielo.
Empecé poniendo algunos platos, los que usábamos siempre para comer adentro. Pero claro, fue un error tentarlo de esa manera.
Los invitados llegaron temprano, y sólo habíamos puesto dos platos y nada más.

- Holaaa, cómo andan?
- Bieen, bien, gracias por la invitación!
- Pasen, pasen, estábamos poniendo la mesa, ya sale esto

Claramente el primer paso fue presentar el bebé. Ella se encargó de eso, y de paso les mostró un poco la casa, mientras yo llevaba los platos y vasos que faltaban a la mesa. Había sólo dos puestos.
Y uno movido.
Primero pensé que lo habría empujado alguien sin querer, quizás yo mismo involuntariamente. Lo acomodé, y lo vi. Ahí, donde todas las noches.
..."fuiste vos".
Subconscientemente había pensado en eso. "Es él. Pero, cómo..."
Corregí el plato movido, y lo miré con una mirada amenazadora. Pero, claro, qué podría hacer yo...
El otro plato se levantó en el aire, y golpeó la mesa fuerte. No se rompió, pero hizo mucho ruido.
Claro, todos miraron y vinieron a ver qué se me había caído.

- ¿Estás bien?
- Sí, sí... Tengan cuidado.

¿Cómo empezar a explicarlo? No se puede.
Mientras pensaba cómo, cómo siquiera iba a explicar lo que estaba por pasar, el otro plato se tira "solo" al piso y estalla en pedazos.

- Es él... Se escapó. Al final lo logró. Lo logró.
- ¿Qué? ¿Quién se escapó? ¿Qué está pasando?

En mi mente aparecieron los recuerdos de ese día; el día más violento del mundo.
...
[Golpes, puñetazos, sangre salpicando y demasiados insultos]
- ¡¡No te vas a escapar de acá, pedazo de basura!!
- ¡¡¡Matalo, rompele toda la cara!!!
- No, no, dejalo vivo, que se despierte cuando esté adentro ya...
- Traeme los ladrillos, dale, vení
- Lo que costó agarrarte eh, hijo de puta... Sabés todo el mal que causaste? Tenés idea?
- No puede responder, no ves que lo hicimos bolsa?
- Tenés razón, a ver traémelo...

Ese día fue el más escalofriante de mi vida. Estábamos en la base de la pirámide, por realizar un emparedamiento del científico más loco, más malvado, y más retorcido de toda la historia.
Ninguno de nosotros era violento; todo lo contrario. Nadie se hubiera imaginado haciendo algo tan terrible.
Por si no se entiende: íbamos a meter a una persona viva adentro de una pared, en la pirámide.
Este hombre, de nombre desconocido, había realizado pruebas de una perversidad sin nombre.
Decía él, entre delirios y gritos, que estaba a un paso de ser capaz de moverse en la cuarta dimensión espacial.
Realizaba sus experimentos con animales, la mayoría de los cuales terminaban horriblemente desmembrados, e incluso utilizó a algunas personas para otras pruebas...
Era un hombre loco, fuera de sí, inconsciente y únicamente dedicado a completar su objetivo: viajar en una cuarta dimensión, llevara lo que llevara.
A nosotros nos había robado las mascotas, y nuestras pertenencias, así como, suponemos, familiares de uno de los otros. En mi caso particular, me había intentado secuestrar a mí.
¿De dónde nos conocía? ¿Por qué a nosotros? No teníamos idea. ¿Llamar a la policía? No... Nuestra ira nos nubló el juicio, y pensamos directamente en tomar una venganza a mano propia.
Pensamos, muy erradamente, que esto sería lo mejor...

- Dale, dale que falta poco
- Tapá acá, acá, que te quedó un hueco
- Que no entre nada de aire, que no pueda ver nada
- Listo.
- Rajemos de acá y tapemos la salida
- Vamos, vamos

Lo metimos dentro de la pirámide, dentro de una pared, y cerramos todo, absolutamente todo para que no pueda salir. Tendría que haber derribado tres paredes extremadamente macizas y no tenía nada para hacerlo.
Pensábamos que eso iba a alcanzar, y sobrar.

Pero evidentemente no. El maldito había conseguido lo que siempre buscó. Al fin y al cabo, tenía razón.

- ¿Quién se escapó? ¿De qué hablás?
- Mirá... imaginate que, a ver, esperá que agarro una hoja.
[Se caen las sillas, 'por sí solas']
- Esta servilleta, imaginate que es un universo en dos dimensiones. Suponete que hay algunas criaturas que habitan acá, que solamente se pueden mover a lo largo del plano de la hoja. Si miro la hoja desde arriba, puedo verla entera. Sin embargo, las cosas que habiten acá no pueden mirar "para arriba", porque esa dimensión no existe en su realidad. Para ellos solamente tendría sentido mirar hacia los costados, hacia adelante, o hacia atrás. No hay más que eso. Bueno. De la misma manera, podríamos pensar que existe un entorno de cuatro dimensiones, en el que nosotros estamos contenidos. Podría haber una criatura, una cosa, algo que nos esté observando desde "arriba", y que nosotros no tengamos ni remotamente la chance de imaginar qué significa ese "arriba". No es posible.
[Se cierra la puerta de la cocina con la mayor fuerza que ví en mi vida]
- Bueno. Creo que hay alguien enojado con nosotros que puede hacer eso.
- ... Eh... P... ero... Pero cómo... Cómo nos defendemos de algo así...?
- No podemos. No hay donde esconderse. Vuelvo a la servilleta. Una 'cárcel' en esta hoja podría ser un cuadrado, y todos los reclusos estarían adentro del cuadrado. Pero si me metieran ahí, puedo escapar sin problemas por arriba, no me cuesta nada. Igualmente, no hay lugar donde se puedan esconder. No pueden hacer pozos, no pueden ir a ningún lado. Y sin embargo, nosotros podemos meternos en su universo y hacer lo que queramos. Ellos no van a ver más que una sección de nuestro cuerpo tridimensional, en su mundo plano. Así de libre se siente él ahora.
- ¿¿Quién es?? ¿¿¿Qué tiene contra nosotros???
- ¿Te acordás el día que llegué a las 2 de la mañana y te dije que me había quedado dormido en el colectivo? Bueno... Esto no tiene ningún sentido, parece un malo guión de una película, pero así fue... Un viejo loco de la cabeza me intentó secuestrar porque quería hacer experimentos para moverse en la cuarta dimensión...
- ¡Aaaahh!
[Uno de nuestros invitados se cayó al piso, con una pierna completamente rota]

La situación fue muy clara en mi mente. Los recuerdos volvieron, pero ahora me imaginé lo que habría pasado después...
La triple pared que le levantamos al demente, extremadamente malvado viejo no tenía sentido. Se debe haber reído muchísimo de nosotros. Todo lo que tuvo que hacer es escapar "por arriba", moviéndose en su bendita cuarta dimensión... Ni siquiera tuvo que romper ningún muro, ni derribar nada.
Y ahora, ahí estaba, mirándonos "desde arriba" como un punto rojo en el cielo...
Esperando para hacer lo que quisiera cuando tuviese ganas de hacerlo.
Mirándonos todas las noches, desde su cómodo lugar, sea donde fuera que esté, sabiendo que nunca, jamás, se había sentido tan libre como lo estaba ahora.

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Basado en un sueño real.

jueves, 16 de abril de 2020

El cumple de la tía

Esto sucedió. No sé cuándo, no sé dónde, no sé a quién, pero sí.
Ya había mirado la hora hace un rato, pero no me acordaba qué había leído. Miré de nuevo, y decía 10:43. Bueno, supongo que esa es la hora. Hice mis cosas, algunos ejercicios de la guía de problemas que tenía que hacer, y después empecé a hacer el trabajo práctico de Paradigmas de Programación. Es una materia bastante interesante y muy copada.
Pasó un rato, así que miré de nuevo la hora.
10:40. Hm.
Qué raro... Hace un rato miré y creo que decía algo parecido. Bueno, debo estar confundido. Seguramente haya dicho 9:43 y yo pensé "son casi las 10" y ahora dice 10:40 así que el número 10 sigue ahí por más de que haya pasado 1 hora. O algo así.
Bueno, todavía es temprano, tengo tiempo de hacer mis otros trabajos en las otras materias.
...
Me llevó un buen rato, pero ya los terminé. Capaz, hm, podría practicar un poco 5x5. Sí, voy a hacer unas 20 solves. Si promedio más o menos 1:15, y mezclo en, qué se yo, 15 segundos, con inspección de 15, debería tardar una media hora en hacerlo.
Arranco, solve número uno...
...
Listo, solve número 30. Pasa rápido el tiempo cubeando. A ver, ¿qué hora es a todo esto?
...?
...
10:41. Huh. Em, pero definitivamente hace una o dos horas que ví la hora y decía casi lo mismo. Eh...... No, seguro me confundo. A veces el tiempo pasa más rápido de lo que en realidad es, ¿no? Seguro no me llevó tanto hacer los TPs y eso. Ni loco pasaron dos horas, jajaj, debe haber sido 20 minutos como mucho.
Tiene que haber sido.
Tiene que haber sido eso.

Ya hacía mucho que estaba en casa, sin salir, por el tema este de la pandemia y eso. Me acuerdo que pasamos el 25 de mayo acá en casa, todos desde los balcones agitando las banderas y hasta preparamos un locro. Hicimos otro también el 20 de junio, por el día de la bandera. Qué rico que es el locro, de verdad. Es una gran comida. Además, un poquito antes, el 5 de junio habíamos tenido un cumpleaños familiar, y decidimos hacer un mini festejo por videollamada, jaja, qué inesperado hubiera sido esto para nosotros hace un año...
También, en julio fue el primer cumpleaños de alguien en la casa. Compramos comida afuera para celebrar, y vimos una peli en Netflix.
Después de eso, pasamos por agosto para celebrar el cumple del abuelo, por Hangouts, y ya empezaba octubre con nuestros dos cumpleaños y el día de la madre, todo en la misma semana probablemente.
El año pasaba, no de la forma más 'tradicional', pero pasaba... Me acuerdo bastante bien lo que hicimos algunos de esos días, no todos porque eran casi siempre iguales.
Y a esta fecha estábamos, 13 de octubre ya... Pasa el tiempo.

Guido, vení a almorzar!

Uh, bueno, cierto, supongo que ya toca almorzar. No llegué a ver la hora, pero si ya prepararon entonces voy y como algo.

[En la mesa]

-B: Hmm, está muy rico el pescado este.
-H: Sí, la verdad que hoy me salió bastante bueno.
-B: ¿Cómo hoy? Siempre sale buenardium.
-H: Jajaj, gracias, gracias...
-G: Che, acordate de saludar a la tía que hoy es su cumpleaños
-H: ¿Hoy? No, la tía cumple más a fin de año, te equivocás.
-G: Por eso, hoy cumple años.
-H: No, no, no puede ser hoy.
-G: Sí, si hoy es 13 de octubre, es su cumple.
-B: XD ¿Qué decís? Estás hablando boludeces.
-G: ¿Cómo? 13 de octubre, ¡es su cumple!
-H: Sí, ya sé, pero hoy no es 13 de octubre gil!!!
-G: ... Bue, ahora ya estás diciendo cualquiera
-A: No, Guido, tiene razón XD Falta un montón para octubre
-G: ¿¿Eh?? Si ya veníamos hablando de que falta poco para el día de la madre y nuestros cumples, ¿qué decís?
-A: Jajajaj, no, ni idea qué decís, no creo que hablemos de eso en abril
-G: Cómo abril
-A: Sí, hoy es 9 de abril
-G: ¿Eh?
-A: Sí boludo, fijate en el celu o qué se yo, hoy es 9 de abril
-G: No puede ser, si abril pasó hace un montón
-B: No tarado, empezó hace unos días
[Agarro el teléfono, desesperando]
-G: EEHH?????? CÓMO QUE 9 DE ABRIL? WTF? ESTO TIENE QUE ESTAR MAL
[Me paro súbitamente, empujando el sillón hacia atrás, y voy corriendo, muy nerviosamente hacia mi habitación para ver mi celular. También decía 9 de abril]
ACÁ TAMBIÉN??? QUÉ????????
A ver la compu.
No puede ser, no tiene sentido, si ya pasó casi todo el año, ya hace meses que estoy en cuarentena, no puede ser 9 de abril... No puede haber recién empezado.......
No entiendo?!?!!
Google:
Tiempo para el día 9 de abril: soleado, máxima de 22 grados Celsius.

NO TIENE SENTIDOOOOOAAAAAAA

Por un minuto, póngase, querido lector, en los zapatos del personaje que experimentó este desapego temporal. Vivir todo un año encerrado, viendo cómo el tiempo pasa, y tras muchos meses de esto, ver que en efecto se encontraba aún en abril... ¿Cómo puede cualquier persona mantener su compostura ante esta situación? ¿Cómo se puede explicar a alguien la sensación de no poder confirmar qué día es, de no poder creer ni a los propios ojos, ni a la propia memoria?

Basado en un sueño real...

domingo, 12 de abril de 2020

El día más aburrido

Todas las fechas son importantes para alguien. El nacimiento de un hijo, la muerte de un ser querido, el aniversario de la primera vez que se tiró en paracaídas o que probó los fideos de sangre de pato. Algunos días no son tan importantes pero sí entretenidos. El sólo hecho de ver una película buena puede hacer que un día no sea aburrido.

No estamos hablando de esto.

Un estudio (según diversas fuentes de Internet) llevado a cabo por la universidad de Cambridge, concretamente por William Tunstall-Pedoe, tras analizar 300 millones de efemérides que involucran sucesos notables, nacimientos o muertes de personajes famosos, concluyeron que el día domingo 11 de abril de 1954 fue el más aburrido desde el año 1900 hasta el presente, siendo que ese día no ocurrió absolutamente nada.

Ahora bien, yo no puedo evitar pensar:
Ese día murió y nació gente. Ese día muchos se casaron y muchos tuvieron las mejores noticias de su vida (sea cuales hayan sido).
Ese día puede haber sido el día más importante en la vida de alguien.
Pero esto no es relevante para nadie más.
Aunque... ¿Qué es relevante? Algo que valga la pena publicar en un diario, quizás, o algo que un grupo suficientemente grande de personas considere subjetivamente, "relevante".
Pero no hace falta eso.

El 11 de abril de 1954 ya no es el día más aburrido de la historia. ¿Por qué? Muy fácil: es el único día en el que no pasó nada. Eso ya lo hace interesante y por lo tanto no aburrido.
Esto no es un invento mío, hay una paradoja en el mundo matemático que trata de lo mismo: paradoja de números interesantes.

Así que voy a pensar algo más original.
¿Cómo sabemos que ese día no nació ningún famoso?
Vamos al año 2184, y nos enteramos que ese día cumple 130 años la primera persona en alcanzar esa edad. Es ahora famosa y por lo tanto nació alguien famoso el 11 de abril de 1954.
O bien, un edificio que fue construido ese día se recicla y utiliza como el primer hotel gratuito en Tuvalu. Así que el 11 de abril de 1954 se construyó el casco que permitió la creación de este edificio notable.

No sabemos.

Ni siquiera sabemos si, de la misma manera que un día aburrido puede convertirse en interesante, un día interesante puede convertirse en aburrido al cambiar el punto de vista. ¿Y si lo interesante es justamente que no haya sucedido nada? ¿Cuántos días así viviste en tu vida?

Después de todo, en la cuarentena no hay días, sino que sólo hay día. Quizás por eso Blogger dice que lo publiqué el 12; no conoce el calendario covid. Pero bueno, eso es otro tema.

viernes, 10 de abril de 2020

Hoy es día

Hoy es día. El día de hoy. ¿Qué día es? El día. De día a veces, hasta que baja el sol, pero día todo el día. No conozco el "lunes", el "jueves", el "fin de semana" y los "feriados". No conozco "mañana" porque mañana es día, y hoy es día. No conozco "ayer", porque ayer fue día y hoy es día. Si ayer fue día y mañana es día, entonces mañana es ayer pero ayer fue mañana. Ambos son hoy. Hoy es día.
¿Qué hiciste el día? El día yo me desperté y desayuné una banana, porque eso hago todos los días.
Después, siguiendo la rutina de los días día, fui a mi habitación y resolví algunos problemas o trabajos de algunas materias.
Practiqué un poco de FMC, y después habré hecho algo más. No me acuerdo. Seguro sea lo que sea que esté por hacer hoy.
Mí teléfono me miente, dice "viernes", también avisa, "viernes santo, feriado", pero sabemos que miente porque hoy no es nada de eso, hoy es día.
Ayer fue feriado, dijo. Falso, ayer fue día.
Mañana puede ser también feriado, puede ser mi cumpleaños, o puede ser navidad.
Quizás podría ser el cumpleaños de Guido Kaczka. Eso tendría más sentido porque él cumple años el día.
Al hablar con un amigo que vive el día, supusimos que el día se puede tratar o bien de un día que no existe, o bien de día.
Vagos recuerdos de nuestra mente nos dicen que antes había más que día, pero no logramos recordar para qué, o qué significaba eso. ¿Ayer era diferente de mañana? Nos parece absurdo. Ayer fue día y mañana es día. Por lo tanto, son lo mismo.
Y hoy es ambos.
Hoy es día.
Es una ventaja a la hora de hablar con gente de otros países, porque siempre es día y no hay confusiones con los días.
Puede ser algo confuso a la hora de fijar plazos, porque el tiempo límite es día, y eso fue ayer, pero es mañana.

Incluso, se conocen casos de hora. ¿Qué hora es? Hora. Me despierto a la hora, y me voy a dormir cuando es hora. Cuando afuera está oscuro es hora, cuando afuera hay sol es hora. No lo sé porque no veo el exterior. Es muy probable que el exterior no sea. ¿Qué cosa? No estoy seguro, pero no lo es.

Es hora de comer algo. ¿Según quién? No se sabe. La última vez que comí algo fue en hora, y el día. Es hora de dormir. ¿Por qué? Porque es hora. Algo dice que eso debe suceder, aunque no se sabe qué es.
Mañana será día. Al despertarse será día.

"Se extenderá dos semanas más". Perdón, no comprendo. Semana, debe ser el nombre de alguien. Me suena haber escuchado esa palabra antes de marzo del 2020, pero no la recuerdo. Supongo que tiene algo que ver con lo que llamaban "domingo". "Día hábil". No tiene sentido llamar así a "los días" si hay solo día. Sería como hablar de "las Tierras" o "los cielos".

Bueno, te dejo, me tengo que ir. Tengo algo importante a la hora del día. Me tengo que preparar para el día día.

sábado, 29 de febrero de 2020

Hoy es mi cumpleaños

En realidad no, pero debería.
Me arrepiento de haber nacido en un año bisiesto pero no el 29 del segundo mes.

Es una gran fecha.

Algún día pasará algo muy importante.

Solo te veo por un día, una vez cada cuatro años... A veces me gustaría que fuera más seguido pero luego pienso que eso es lo que lo hace tan especial y no digo nada.

Aniversario de los Oscars de "Lo que el viento se llevó", de la caída de la Piedra de Tandil, y cumpleaños de mucha gente afortunada que nace mientras escribo estas palabras.

Gran torneo de Speedcubing sucedió hoy, junto con otros torneos que llevaron la cifra a 29 torneos simultáneos en todo el globo.

Hoy es un gran día.

Nos vemos en 2024, querido 29 de febrero, ¡te espero!

martes, 11 de febrero de 2020

Historia notable de una historia notable

Hola, muy buenas tardes.
Siempre estábamos sentados en el patio de comida, concentrados, viendo cómo la gente pasa y repasa, en los momentos en que la murga de información pasaba a hacerse presente. No era una murga habitual; solamente se trataba de dos personas que en lugar de ruido narraban con el mismo ímpetu una catarata de eventos, logros, sucesos y sensaciones propias que consideraban importante compartir con el resto de los seres. A veces se trataba de cosas realmente interesantes, como películas que se estaban por estrenar, o nuevas estaciones de subterráneo que la ciudad inauguró, pero en otras ocasiones a nadie le importaba la melodía informática que sonaba en ese momento. Más de una vez mencionaron cosas como que el precio de los peluches de Pocoyó había aumentado, o que las carpas de campamento venían en un nuevo estampado con cuadraditos. Pero por uno u otro motivo, o quizás por todos los motivos en conjunción, estos personajes se hicieron muy conocidos en la cultura popular de la gente del patio.

Uno de estos días, quizás el 11 de noviembre, tuve la intención de llevar a cabo uno de mis shows de stand-up y clases de cocina que tanto le agrada a toda la gente. Es en simultáneo, stand-up y clases para cocinar porotos. Había estado averiguando en varios lugares, pero el que tenía en mente era uno muy especial. El patio de comidas tenía además un auditorio para presentaciones de… bueno, no tengo idea, pero la sala estaba allí.
Uno de los tantos días que estaba aburrido en el verano fui a este lugar y comencé a preguntarle a cada cosa que se moviera cómo podía yo hacer para conseguir el lugar y hacer mi show allí. Los de la oficina 314 me dijeron "no sé, preguntales a los de la 618". En la 618, me sugirieron consultar con la 2718. Al llegar a la 2718, se vieron confundidos por mi presencia y me enviaron a preguntar en recepción. Este ciclo continuó hasta que mi cuerpo estuvo embebido en sudor, y algunas lágrimas.
Estaba ya en la puerta, a punto de volverme a casa a comer bananas, pero tuve una idea.
"La murga… ellos hacen muchas cosas… vomitan información… deben comer mucha para poder hacer eso. Voy a preguntarles."
Claro que la murga tiene su propia oficina. Es la número 5752.
Subí las escaleras gateando, hasta el piso 57, y les toqué el timbre con el pie.
No obtuve respuesta, así que pegué un grito. Nada. Pateé la puerta, y al derribarla vi que tenía que entrar por la otra que estaba abierta. Pero no se molestaron en lo más mínimo.
"¿Que deseas, joven?", me espetaron.
"Hola. Quiero reservar el auditorio."
*¿Así sin más? Bueno. Mandá un mensaje a este número."
La recepcionista me mostró un número de 10 cifras en la pantalla de su celular, y me obligó a memorizarlo en tres segundos.
"Ni una palabra de esto a nadie. Ese es el número de Nikola, el Comandante Primero de la Murga de Lasparedes."
Sentí un gran honor por recibir este contacto, el del miembro con mayor jerarquía de la Murga, ahora con mayúsculas. Yo lo había visto muchas veces en sus actuaciones liberando información en el patio. Saludé a la empleada con una reverencia japonesa y me fui corriendo, antes de que me preguntaran para qué quería el auditorio.

Inmediatamente después de irme corriendo tomé un colectivo, la línea 26, y me senté.
Abrí WhatsApp, y envié un mensaje al número que había memorizado y agendado como "Nikola Murga". Nunca me dijeron el apellido. Ni siquiera sé si el nombre es real.
Mi mensaje decía algo así:

"Buenas buenísimas tardes, Nikola. Me dieron tu número en la oficina 5752. Tenés el honor y gusto de hablar con Diego Tripudio. Soy un organizador de eventos de stand-up y clases de cocina, y quería saber si desde la Murga me podrían conseguir el auditorio para mostrar ahí mi excepcional show. Quedo atento a tus respuestas, te envío un saludo muy cordial por fax."

No tardó más de cinco minutos en responder. Pero cinco minutos pasada la medianoche, porque tardó casi 12 horas en leer mi mensaje.

"Hola, muy buenas tardes. Soy Nikola. Ese puede ser o no ser mi nombre real, pero lo que importa es que llegaste a mí. Solo un grupo selecto de personas tienen contacto directo conmigo, así que espero que esto valga la pena. Pero como hoy es el día nacional de las Buenas Acciones en Transnistria, mi país de origen, voy a concederte el privilegio de reservarte el auditorio sin ningún cuestionamiento. Decime en qué fechas lo precisás."

Pensé que nada más afortunado podría suceder a tener el número de Nikola, pero al parecer sí. Y eso que Transnistria es reconocido como país por sí mismo y uno o dos países más (que tampoco son reconocidos por nadie menos ellos mismos). No le hice caso. A mí me sirve.

"Gracias gran Nikola. Yo lo preciso para el día 29 de de febrero. Así es, el día day, el día que muchos creen imposible, el día falso, pero es verdadero. Me gustaría hacer mi show el día 29 de febrero."

"Hola, muy buenas tardes. Bien Diego, te consigo el lugar para el 29 de febrero sin rodeos. Me gusta la idea de stand-up con clases de cocina. Saludos muy cordiales y vampirescos. Después decime qué tipo de sangre sos."

Noté sólo dos cosas raras en este mensaje: la primera, es que comenzó deseándome buenas tardes aunque lo había hecho hace pocos mensajes, y todo esto, de noche. La segunda, que le gustara la idea del stand-up con clases de cocina.

Me fui a dormir con una sonrisa, pensando en qué buena elección había sido ir a hablar con esta gente. 
Pocas veces dormí tan bien como esa noche.

Al despertarme, vi que tenía veinticinco mensajes sin leer. Veinticuatro eran memes de gente en grupos. Y uno era de Nikola Murga.

"Hola, muy buenas tardes. Diego, lamento informarte que el proceso de la reserva será más tedioso de lo que esperaba. La gente del auditorio me dice que no está segura de abrir el día 29 de febrero porque son de una secta supersticiosa que no cree en el calendario. Voy a hacer lo posible por convencerlos de que no es un invento de El Satán, y que el 29 de febrero es una fecha hermosa y bella y pura. Espero que mi buena predisposición te dé ganas de decirme tu grupo sanguíneo. Hablamos pronto. Un saludo a vos."

Al ver el "hola, muy buenas tardes" me reí. Eran las 9 de la mañana. Y el mensaje lo había mandado a las 7:29 am. En fin, nada raro había en el mensaje, y eran todos buenos augurios. Yo ya lo había visto actuar a Nikola en persona. Una vez había visto con mis propios ojos cómo convencía a una anciana de que se comiera una hamburguesa quíntuple entera. Y lo hizo. Yo no lo podía creer. La abuelita nunca comía más que un bocado, y esa vez se mandó entera la Stacker. No la vimos más después de ese día. Creemos que pide delivery ahora.

Pasé el resto del día mordiéndome un poco las uñas, pero nada grave. No sangró demasiado.
Ese día no dormí tan bien.

A la mañana, no tuve ningún mensaje de Nikola.
Al otro día, tampoco.
Pasó toda la semana, y no recibí nada.
Finalmente decidí escribirle.

"Nikola, no me dijiste más nada. ¿En qué quedamos bro?"

Enseguida me respondió:

"Hola, muy buenas tardes. Diego, ya casi consigo el lugar. Me falta un trámite nada más. A la tarde te escribo."

Esto me relajó, y por fin pude volver a dormir después de 11 días.
Ni llegué a darme cuenta de que me estaba diciendo buenas tardes a las 2 de la mañana.

Me desperté.
Ya era el día.
La gente de la Academia de Stand-Up y Cocineros me había contactado avisándome que la fecha límite para anunciar el evento era hoy. Yo les había hablado anteriormente y ellos estaban al tanto de mi intención de hacer el evento.
Pero yo aún no tenía una confirmación de Nikola.
Ese día me comí más uñas que las que un humano puede llegar a digerir. Las de las manos, las de los pies, y no estoy especificando de cuánta gente.
Me dediqué a pasar todo el día mirando una pared, hasta que fueran las 00:00 y la fecha límite cediera, así podría pegarle un cabezazo a la pared que tenía clavado un tenedor con la punta mirándome.
Pero, a eso de las 14:27, llegó el mensaje.

"Hola, muy buenas tardes. Diego querido, tenemos el lugar. Abrazo titán, we did it. Me voy a tomar unos vasitos de sangre."

No terminé de leerlo que ya estaba llamando a la ASUC para informarles que el evento SE HACÍA, CARAJO.
Saqué el tenedor de la pared, y me comí una porción de torta. La más rica del mundo.

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Pasaron varios días; ya estaba casi todo listo para el evento, en lo que recibo una notificación de Telegram. Decía "Nilsson de Laescalera te ha enviado un mensaje".
Este personaje, recordé, era otro de los de la Murga. O al menos de allí me sonaba el nombre. Se había vuelto un personaje gracioso entre nosotros dado su excentriquísimo nombre, y me pareció improbable que se tratara de alguien más. Me causó muchísima gracia la situación, y no pude evitar pensar "estas cosas sólo me pueden suceder a mí".
Abrí la aplicación, y leí lo siguiente:

"Hola Diego. Soy Nilsson de Laescalera, representante de eventos de Stand-Up y cocina del auditorio de Lasparedes. Escuché que hace unos meses pasaste a averiguar por la oficina 314. Te derivaron por todos lados porque justo ese día había un empleado nuevo, pero era el lugar indicado. Decime, ¿cómo te puedo ayudar? Podré conseguir el lugar para marzo o abril, febrero es imposible."

Un poco me impactó. ¿Cómo es que tanto tiempo después alguien se acordó de esto? ¿Nikola no le avisó nada?
Pero lo que más me movió es tener contacto directo con el MISMÍSIMO Nilsson de Laescalera. El personaje que se había vuelto un chiste interno gigantesco, ahora era un contacto real. En fin. Me puse los anteojos de sol, preparé el dab, y le contesté:

"Querido Nilsson, ya hablé con Nikola, el Comandante Primero de la Murga de Lasparedes, y me consiguió el lugar para el 29 de febrero. ¿Podrías ayudarme con la difusión del evento?"

Inmediatamente Nilsson me pasó su número de WhatsApp y terminamos de concretar todo por ese medio.
Yo no lo podía creer. El número de teléfono de Nilsson de Laescalera. Tenía el lugar para mi show. Tenía contacto directo con Nikola. Tenía chances de hacer más shows en el futuro cercano. Esto no podía ser real.

Y antes de poder terminar de procesar estos pensamientos, recibo otro mensaje. Este era de Alejandro Joon-ho, un conocido del colegio que ahora estaba estudiando cine.

"Hola Diegazo. Ví un anuncio de tu show en Instagram. Quiero hacer un documental sobre el Stand-Up cocina. Hablamos mañana al respecto."

Tan conciso, tan al pie… pie, eso me recuerda a cuando pateé con el pie la puerta de la oficina de la Murga. En fin, demasiadas cosas. No puede ser todo real. NO puede.

Voy a ser franco. Apenas terminó toda esta seguidilla de sucesos de una escalada relevancia y carácter épico, me encerré en la escalera y me puse a escribir un texto al respecto. Cuidé los detalles, y cambié los nombres, situaciones, todo menos la esencia de la historia.

Todo lo que ha pasado, y aún no me explico por qué Nikola me desea buenas tardes a la noche, madrugada, y a la mañana…
Algunos dicen que es una maldición de su pueblo ancestral… sólo termina cuando alguien le responde con "hola, muy buenas tardes"... De momento no puede empezar sus mensajes con otras palabras. Nadie sabe. Transnistrianos. Espero que no sea contagioso.

Así las cosas, espero tengan una muy buena tarde.